Elimina la caldera de gas o gasoil y utiliza la energía del aire para obtener la calefacción en invierno, la refrigeración en verano y el agua caliente durante todo el año.
¿Qué es la aerotermia?
La aerotermia es una tecnología que permite obtener energía del aire para cubrir la demanda de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria de los edificios.
Se trata de una bomba de calor que aprovecha una fuente de energía renovable, aprovechando el aire del entorno.
Con un solo sistema tenemos la climatización completa de la vivienda.
Podemos utilizar los radiadores convencionales ya instalados en la vivienda sin necesidad de sustituirlos o bien en obra nueva utilizar un sistema de suelo radiante y fan-coils.
El 80% de la energía se obtiene del aire y sólo el 20% proviene del consumo eléctrico de la vivienda (si tenemos una instalación solar de autoconsumo aún reducimos más ese porcentaje).
Sin depósitos de gasoil o conexiones de gas. Bajo nivel sonoro de la unidad interior
Sin emisiones directas de CO2 ni combustibles fósiles. Es una energía natural, renovable e inagotable.
No se requiere de un gran mantenimiento ya que no dispone de quemador ni de cámara de combustión y por tanto no se necesita de una limpieza continua.
La máquina interior ocupa el mismo espacio que una caldera mural y no se necesita almacenamiento de combustible ni chimenea de extracción.
Debemos tener claro que es una tecnología que utiliza como base la energía del aire para climatizar los diferentes espacios, por tanto podemos considerar que es una fuente de energía altamente eficiente y totalmente limpia.
De forma general, la aerotermia utiliza la termodinámica para transportar energía térmica de un ambiente a otro. Para extraer la energía del aire, se utiliza un refrigerante que va cambiando de líquido a gas y con ayuda de un compresor consigue robar o ceder temperatura al aire.
La aerotermia funciona en un circuito cerrado en el que los cambios de estado del refrigerante marcan los ritmos. Empecemos con el refrigerante en estado líquido a muy baja temperatura. Éste pasa por una unidad llamada evaporador, situada en el exterior de la vivienda. Allí absorbe el calor del aire y cambia de estado: se transforma en gas. Este gas pasa hacia el compresor, donde eleva su presión y temperatura mediante energía eléctrica.
Ya en el interior de la vivienda, el calor de este gas se transfiere al medio (como agua caliente sanitaria o calefacción) mediante la unidad interior o condensador. En este proceso, el gas refrigerante cede su energía y regresa al estado inicial líquido. Si en lugar de calefacción se busca refrigeración, todo este proceso funciona a la inversa, extrayendo el calor de la vivienda y expulsándolo al exterior.
Si estás interesado en la instalación de aerotermia en tu hogar, ponte en contacto con nosotros y te informaremos de las diferentes opciones y precios. Estamos a tu disposición.